martes, 17 de septiembre de 2013

Llévame al país de nunca jamás.

Llévame al país de nunca jamás, donde el tiempo no pare y lo único que nos pare sea el tiempo. Llévame al lugar donde podamos hacer más grande nuestro pequeño infinito, porque eso es lo que quiero. Un infinito contigo, infinitas horas, infinitos segundos e infinitas milésimas de segundo a tu lado. Acariciándote el pelo y decir tu nombre y en el mismo respiro 8 letras que forman dos palabras que ninguno va a olvidar. Llévame adonde podamos estar juntos, donde el orgullo se castigue con pena de muerte y los rencores se disuelvan entre la espuma del mar. Deja que tu pelo sea acariciado por las manos del viento y que tus frustraciones desvanezcan en el tiempo, como las promesas que nos hicimos. Llévame al país en el que soñar con que tus labios susurren "te perdono" no duela tanto y con un toque de varita mágica se cumpla. Llévame al país en el que ya estuvimos viviendo en el que todo era perfecto y no nos importaba ninguna de las cosas malas que la vida nos imponía. Porque nada de eso era importante por aquel entonces. Pero bastó que la carretera estuviera un poco húmeda para que nos resbaláramos con el pavimento y nos estrelláramos de dos formas distintas. Eso, eso era lo que bastaba. Que nuestra línea frágil sobre la que solíamos caminar se rompiera para que todo lo que quedaba de nosotros se fuera a la mierda. Y dicen que el tiempo lo cura todo, pero yo me he cansado de esperar. Y alguna parte de mí sigue empeñada en creer que algún día volverás a entrar en mi vida como un soplo de aire fresco y que me llevarás al país de nunca jamás. Donde el tiempo no pare y lo único que nos pare sea el tiempo.
Zaira ha vuelto. Para quedarse:)