miércoles, 29 de mayo de 2013

Two pieces.


Nacimos y morimos.
Se supone que así es el ciclo de la vida.
Nacimos, para morir.
Pero se supone que hay algo en el medio de nacer y morir que hace que nacer no sea un vano. Hay un periodo entre nacer y morir que sirve para hacer algo con tu existencia. Para dejar una huellita en el mundo o hacer algo que marque a algunas personas.
Nacemos, con el corazón intacto. Sin experiencia de nada. Ni buenos, ni malos. Solo neutros. Sin saber nada.
Y cuando morimos tenemos experiencias devastadoras, recuerdos de traiciones, la memoria llena de cosas que prefieres olvidar y por corazón un mosaico de piezas que la vida rompió.
Y tal vez ese sea el sentido de la vida.

Tal vez la vida consista en encontrar a alguien cuyo mosaico de piezas rotas, encaje con el tuyo.