miércoles, 2 de diciembre de 2015

Mientras no nos salpique.

Somos hipócritas,
sin remedio,
sin querer evitarlo.

Somos egoístas,
mentimos,
y no queremos darnos cuenta de que hacemos daño.

Fingimos pena por los niños
explotados en Thailandia,
pero compramos en Primark porque es más barato.

Levantamos carteles en contra del maltrato animal,
pero aquellos que defendemos,
son los mismos que comemos.

Nos quejamos de que los políticos mientan,
en la cara,
como si no hubiéramos contado mentiras más grandes.

Fingimos que los atentados nos importan,
pero que le follen a Siria.
Allí no ocurre nada ¿Verdad?

Queremos revolución,
pero no salir a la calle;
queremos cambios,
pero que otros los hagan por nosotros;
somos incapaces de buscar lo que queremos,
de luchar por ello.

Porque nos da igual.

Porque somos hipócritas,
siempre lo hemos sido.