sábado, 5 de octubre de 2013

Rómpeme como a tus promesas.

El tic tac en el reloj desprende nerviosismo
por toda esta pequeña atmósfera.
Yo sentada, lo aspiro
y noto Como se filtra en mis venas.
El tic tac marca el tiempo,
el tiempo que se ha ido
Y el tiempo que llegará para irse.
Algo vibra entre mis manos.
Los nervios me obligan a pensar
en algo exagerado.
Un tsunami. Un terremoto.
En realidad es el teléfono sonando.
Digo "¿Si?" Mientras lo sujeto
Con los dedos temblando.
Y oígo la voz
De la persona que he estado extrañando.
Noto sus lágrimas desde el otro lado.
Pronuncia unas palabras y cuelgo.
¿Y ahora que hago?
Lloro con promesas rotas
Donde mi corazón debería estar
Tiro el teléfono.
Choca y cae.
Y al contrario que mi corazón
Este permanece intacto.